En diez días hubo cuatro hurtos en tres viviendas diferentes. Gracias al aviso de los vecinos, la Policía frustró el quinto. Piden más presencia para que la zona no deje de ser “tranquila”

Hace un buen puñado de años atrás, el barrio Barrancas del Río estaba permanentemente en la mira de ladrones y las pocas familias que vivían en la zona padecían robos de manera constante. En aquella época, la decisión de retirar los vagones abandonados sobre las vías, bien frente al barrio, junto a la llegada de algunos servicios (como el alumbrado público en todo el sector) en forma paulatina hizo que ese espacio se fuera poblando mucho más y pasara a ser un lugar «tranquilo», como lo definen los frentistas.

Sin embargo, durante los últimos diez días han ocurrido hechos que han traído viejos fantasmas a la memoria de los habitantes de este lugar, que se ubica entre avenida Savio y el río Ctalamochita.

Según cronicaron, primero, un frentista notó que autores desconocidos habían ingresado a su patio, revuelto algunas cosas y, como no tenía nada de valor y no pudieron ingresar a la vivienda, se retiraron sin poder llevarse nada. Días más tarde, en una vivienda en frente de la primera se encontraron con el alambrado perimetral roto y con que faltaba una importante cantidad de herramientas, como bordeadora, amoladora, cortadora, entre otras.

Posteriormente, a otra vecina le tocó por duplicado. Es que, en primer lugar le habían entrado a robar llevándose una hidrolavadora, por lo que decidió reforzar la seguridad en sus puertas. Así y todo, pasaron horas para volver a sufrir un robo, esta vez perdiendo en manos de malvivientes una moto 110 cc.

Posteriormente el pasado miércoles, y gracias al llamado desesperado de vecinos a la Policía, se pudo coartar el que hubiera sido otro robo más en menos de 10 días.

La propia Policía informó y este medio reprodujo: “Un menor de 17 años fue detenido en avenida Savio, casi intersección con calle Ranqueles, en barrio Barrancas del Río, por la supuesta participación en el robo a una vivienda en compañía con otro sujeto. Los vecinos observaron a los dos furtivos cuando salían presurosos del interior de la casa situada en Incas al 2400, en el mismo sector, cuando se había activado una alarma. El hecho ocurrió a las 9.50 y los agentes lograron recuperar un microonda, un taladro y una caja de herramientas”.

“Necesitamos más presencia policial”, pidió una vecina, al tiempo que aseguró que la zona estaba tranquila, pero que se han visto sorprendidos por la cantidad de robos sucedidos en apenas días de diferencia.

Además, remarcó que “últimamente no había mucho patrullaje, quizás confiándose de que en el lugar no estaban sucediendo robos”, por lo que “necesitamos que haya más presencia policial porque este es un barrio de muchas familias trabajadoras”.