Consideró que con la apertura de Salas Cuna se abarcará casi a la misma cantidad de chicos y chicas que atraviesan una crítica situación social. En cuanto a drogas, dijo que se está capacitando a los recursos humanos

Según lo anunciado ayer por el intendente Martín Gill y la secretaria de Equidad y Promoción del Empleo de la Provincia, Alejandra Vigo, en Villa María comenzarán a funcionar doce Salas Cuna, dando un espacio a 966 niños y niñas de entre 45 días y 3 años.

Precisamente esa es la cantidad de pequeños que se encuentran en situación de indigencia en la ciudad, según dijo la funcionaria provincial en base a sus reportes. Por esto, cree que la habilitación de estos espacios viene a abordar esa crítica situación social.

La cifra la tiró en diálogo con los periodistas cuando llegó al barrio Felipe Botta, donde se inauguró el Centro de Promoción Familiar “Javier Suppo”.

“De acuerdo a nuestros indicadores estaríamos abarcando a los niños en situación de indigencia, que son alrededor de mil y algo. Vamos a seguir trabajando. Nación se ha comprometido a cofinanciar este proyecto y se cuenta con los equipos técnicos del municipio”, dijo quien es esposa del gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, quien no se encuentra en el país.

Resaltó la importancia de que estos lugares que se convierten en Salas Cuna “ya han venido funcionando” y dijo que estas salas “se convierten en un punto referencial para que podamos abordar las problemáticas de las familias”.

“Queremos llegar a esas 900 familias, abordar con la mamá su situación, con talleres, apuntando a la salud, ver qué está pasando y con la posibilidad de generar autoempleo”, graficó.

Contó que en la ciudad de Córdoba se han encontrado a partir de estas dependencias situaciones de indocumentación, problemas con riesgo de salud y “una serie de dificultades acuciantes que abordamos con la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF)”.

La secretaria evaluó que “Villa María tiene muy buena red de contención para la primera infancia y ahora estamos incorporando a los bebés”, así como también “la protección de la embarazada y el bebé para que las oportunidades lleguen a los sectores más vulnerables”.

También habló sobre las drogas. Indicó que se están analizando futuros proyectos de capacitación de jóvenes, mediante un grupo de trabajo con universidades, Provincia y municipio para atender “la exclusión a partir del flagelo terrible que tenemos en todos los barrios de las grandes ciudades de la provincia”.

Apuntó que existe un programa del Ministerio de Salud que está trabajando en la capacitación de recursos humanos para abordar la problemática, porque se necesita especializar en este aspecto.

Y dijo que también hay que hacer foco en la atención de “los jóvenes en la adicción, algo que siempre se ha tocado tangencialmente porque son prestaciones complejas, se requiere de mucho equipo técnico”.

Asimismo habló de la necesidad de “trabajar en las zonas más vulnerables para incluirlos desde el empleo, para que las familias no sientan que están solas”.

En este marco, una periodista le preguntó sobre la idea de Gill de que el Pasteur tenga un centro de desintoxicación. La funcionaria admitió no tener idea sobre esto, sólo dijo imaginar que “todos los proyectos que vayan en esta dirección serán respaldados”.

Presencias de Accastello y Cabezas

Como en el acto oficial, también asistieron a la inauguración del centro de barrio Botta los exintendentes Eduardo Accastello y Nora Bedano. A este último también concurrió Horacio Cabezas.

Accastello estuvo al lado de su pareja Verónica Navarro y se retiraron poquito antes del final.